La automatización, según Salvagnini

Automatización flexible significa transformar los paquetes de chapa metálica en una amplia variedad de productos, en un entorno lean, sin intervención del operador, en un proceso de producción progresivo, gracias a la tecnología propia de punzonado, corte, plegado y panelado. 

Una sola fase productiva

Ser competitivo hoy en día no significa simplemente ser muy rápido a la hora de realizar una sola pieza: el desafío se basa en la eficiencia de la producción, es decir en la capacidad de pasar de un código de producción al siguiente reduciendo cada vez más los tiempos para efectuar el equipamiento, independientemente de las características geométricas y mecánicas del formato de chapa y de la cantidad y secuencia de elaboraciones previstas. Las tecnologías de producción flexibles, adaptativas e inteligentes son cruciales para la gestión de la producción actual, así como para mejorar la calidad, reducir los tiempos de entrega (lead time) y los descartes.

Eliminar las actividades con bajo valor añadido

Las mejoras de la eficiencia y las pérdidas cero están vinculadas a la capacidad de reducir, o incluso eliminar, las actividades de bajo valor añadido que normalmente tienen funciones preparatorias, de alimentación y de conexión aguas arriba y abajo de cada sistema.

Digitalizar y optimizar el proceso

El corazón de la transformación digital y de la Industria 4.0 para Salvagnini significa distribuir soluciones intuitivas enfocadas en el control y optimización del proceso productivo. Salvagnini ha estado abordando estos temas desde 1993, cuando lanzó el primer OPS, el software modular para la gestión de la producción. 

Una visión de futuro

Insistir en tecnologías de alto rendimiento sin gestionar los cuellos de botella aguas arriba y aguas abajo de la producción es seguramente inútil. Invertir para reducir unos segundos los tiempos de ciclo en una única fase productiva no garantiza ningún beneficio real si los tiempos de equipamiento de las tecnologías anulan la recuperación de la eficiencia lograda gracias al rendimiento del nuevo sistema. Tampoco si esta recuperación de la eficiencia se disipa en las fases intermedias entre las estaciones de trabajo o si se pierde debido por un proceso engorroso, lleno de redundancias, retrasos e ineficiencias.

Una visión de futuro

Insistir en tecnologías de alto rendimiento sin gestionar los cuellos de botella aguas arriba y aguas abajo de la producción es seguramente inútil. Invertir para reducir unos pocos segundos los tiempos de ciclo en una única fase productiva, no garantiza ningún beneficio real si los tiempos de equipamiento de las tecnologías anulan la recuperación de la eficiencia lograda gracias al rendimiento del nuevo sistema, si esta recuperación de la eficiencia se disipa en las fases intermedias entre las estaciones de trabajo, o si se pierde debido por un proceso engorroso, lleno de redundancias, retrasos e ineficiencias.

Salvagnini sustituye el enfoque puramente cuantitativo por una visión de síntesis, que combina cantidad y calidad.

Podemos recuperar eficiencia y productividad apostando por el control de la producción en lugar de por el aumento de la capacidad de producción.

Para aprovechar al máximo las ventajas que puede aportar la automatización flexible.

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